Mamá, de mayor quiero ser Depredadora

Mamá, mira esa chica. Yo de mayor quiero ser Depredadora.
Sí, no me mires con esa cara, yo de mayor quiero ser independiente y a la vez formar parte de una gran idea. Quiero ser única, poseer un nick, elegido exclusivamente por mí y con el cual me conozcan. No, no es ninguna tontería, desde que nací me impusieron cosas, incluso antes de nacer, la primera: un nombre, que no te digo que no me guste, pero no es mi elección. Llegará un momento en el que quiera tener una identidad propia, y entonces sabré que estoy preparada para ser Depredadora. Comenzaré a ser parte de otras vidas, y ellas parte de la mía. Elegiré una moto que me aporte libertad, sueños, nuevas sensaciones.
Yo de mayor quiero tener mi custom (o cualquier montura que me haga feliz), y quererla como a un hijo, el cual no sé si tendré algún día o no. Y limpiarla como a un hogar, el cual no sé si realmente quiero poseer, y mimarla como a un marido perfecto, al cual ni siquiera sé si quiero encontrar. Aún así, sólo tengo una cosa clara, quiero ser como ellas.
Algunas son madres, corriendo para dejar la casa medio arreglada y a los niños colocados para poder salir de ruta. Acostarme a las 2 de la mañana dejando listo todo lo que me llevaré a esa concentración, levantándome a las 7 para limpiar la moto, y salir más contenta que unas castañuelas, sin apenas dormir y harta de trabajar.
O soltera, acostándome a las 4 después de salir de marcha ,y levantarme con media resaca a recoger a toda prisa la documentación de la moto, el dinero y pasarle el trapito a la burra ,para salir a toda leche al punto de encuentro donde ya llego tarde, pero que sé nunca encontraré abandonado.
O trabajadora compulsiva, saliendo del turno de noche, darme una ducha, tomarme un litro de café y con una gran sonrisa darle unas palmaditas a mi hierro.
O divorciada, aprovechando que los niños le tocan este finde al ex, y aguantando comentarios del estilo, desde que se separó anda haciendo la loca con la moto, pobres criaturitas, son los que lo sufren todo……pobres criaturitas que disfrutan lo más grande cuando sus madres les colocan un casco y los llevan a dar una vuelta en la moto, y si un amigo los ve, ya la felicidad es indescriptible.
O cualquier tipo de mujer ,con responsabilidades o no, incluso si los hijos son mayores, no hay mejor manera de demostrar la independencia y capacidad que les son inherentes y que tantos años les han negado, no hay mejor ejemplo de demostrar al mundo que no hay seres débiles sino personas que hacen a otras desgraciadas.
Y todo esto para poder disfrutar de la carretera, del asfalto, de los amigos, de las amigas, de las rutas, de las cervezas con o sin alcohol en las concentraciones, para organizar kedadas que las unan. Para poder manifestar lo que piensan y denunciar lo que consideran injusto y así llorar, reír, indignarse o celebrar.
Porque mamá, yo quiero que se me oiga como a ellas, que nadie me pueda mandar a callar ni negarme el pertenecer un grupo por una cuestión de tetas o cilindrada.
Seré motera le pese a quien le pese.
Que el sexo, a condición social o el color que tengas, dentro de las Depredadoras importan una mierda, que jamás se utilizará la palabra NUNCA con nadie que quiera formar parte de su grupo.
Porque es muy grande lo que se traen entre manos y estoy segura de que conseguirán todo lo que quieran, me muero por colocarme mis botas, mis vaqueros y mi chupa, estropearme el peinado dentro de un casco, y hablar de customizaciones, uñas rotas, bujías, peelings, defensas, maquillaje, carburación, gafas de sol o radiadores sin tener que vivir para ello 2 vidas separadas, ni tener que parecer la mujer más dura del mundo por llevar una moto.
Quiero conocer a gente de todo el país y más allá de nuestras fronteras. Quiero denunciar que muchas cosas tienen que cambiar, quiero quemar guardarraíles y banderas excluyentes. Quiero ir a la yugular de los Buitres para luego no querer pasar sin ellos.
Y mamá, aunque intentes convencerme de lo contrario creo que tienes la batalla perdida, ya me han envenenado sus ansias de libertad, su fuerza y su ternura, su valor y sus inseguridades, su dureza y su simpatía, su chulería y su entrega…..ya lo mío, como ves, no tiene remedio….

Carmen Conceglieri